Mi hijo no quiere estudiar

Es muy común encontrarse con niños/as que no quieren estudiar. El estudio es de esas
actividades que los niños consideran desagradables, obligatorias, aburridas y que implican
un coste, prefiriendo invertir su tiempo en ver la tele o jugar.

No todos los niños son capaces de realizarlas por su propia voluntad, aun considerando que
son obligación suya y esta falta de interés provoca, con el tiempo, deficiencia en el
rendimiento.

Las características que suelen tener los niños/as que no quieren estudiar son:

  • Niños que ponen excusas para no estudiar como: “no tengo tarea”, “no tengo exámenes”.
  • Exámenes suspensos, se denota que no se produce aprendizaje porque sus
    resultados son negativos.
  • Niños/as problemáticos, comportamiento inadecuado, poca atención en clase,
    molestan a los compañeros/profesores continuamente.
  • No suelen tener dificultades a nivel intelectual.

Algunas de las causas que pueden producir desinterés en los estudios son:

Falta de hábitos de estudio.

  • Escaso seguimiento, por parte de los padres, de hábitos de estudio.
  • Poca organización, no adquisición de rutinas ni normas en el hogar.
    Estos puntos mencionados suelen estar relacionados con problemas familiares, los
    niños/as suelen enterarse de los problemas que surgen en el hogar, aunque los
    padres no crean que lo hacen. Las discusiones en los hogares son focos de atención
    incluso aunque creamos que están jugando o sin prestar atención. Estas situaciones
    se agravan cuando hay violencia en los hogares, lo cual conlleva malos resultados
    escolares.
  • Falta de implicación y esfuerzo en la realización de tareas.
  • Bajos niveles de motivación que deben de aumentarse al explicarle a los niños cuán
    importante es estudiar y cómo esto le va a beneficiar en su futuro. Es importante
    implicarse de forma divertida, educativa y con refuerzos que permitan mantener los
    hábitos de estudio. La implicación es de vital importancia que se realice buscando
    cuales son sus intereses y enseñándoles que no solo deben implicarse en aquello
    que les gustas sino que las asignaturas que les resulten menos importantes también
    tienen que ponerles interés.
  • Escasos niveles de comprensión, a pesar de tener un desarrollo normativo, puede
    no comprender lo que le enseñan. La escasa comprensión de las asignaturas y ver
    que otros compañeros sí comprenden, pueden hacerlo sentir inferior, lo que les lleva
    a aparentar desinterés por los estudios.
  • Acoso, amenazas e insultos, el bullying es un motivo de peso por el que los niños
    dejan de sentir interés. Estos dejan de sentir que el centro es un lugar seguro, en el
    que va a aprender, desarrollarse y crecer, pero por el contrario se siente amenazado
    e intimidado.

Es por ello que los padres deben ser conscientes de todo lo que pasa alrededor de sus
hijos/as. Es importante que los padres cambien sus actitudes, hablen y se informen con sus
profesores.

Establecer rutinas y un horario de estudio para que de forma progresiva el niño
vaya adquiriendo los hábitos. Por otro lado, deben atender su dedicación y lo elogien,
aunque no intenten recompensarlo de forma en la que se sienta “comprado”.

Por último es importante resaltar que si las diferentes medidas comentadas no son efectivas o por el
contrario no pueden llevarlas a cabo, deben acudir a especialistas que puedan trabajar, en
conjunto con los padres, las necesidades de sus hijos/as.

Psicólogas de Centro Crece; Irene Sales, Claudia Molpeceres y Lorena Miñarro

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