Cómo hablar del diagnóstico de autismo con la familia

Recibir un diagnóstico de autismo en la familia puede generar muchas preguntas, emociones
encontradas y, en ocasiones, una sensación de incertidumbre sobre el futuro. Abordar este tema de manera adecuada con todos los miembros de la familia es esencial para construir una base de comprensión, apoyo y aceptación. Desde la psicología, existen teorías y estrategias que pueden ayudar a naturalizar y explicar este diagnóstico de manera efectiva, adaptándose a las diferentes edades y niveles de comprensión de cada persona.

El autismo no es una enfermedad

Un aspecto fundamental al hablar del autismo es insistir en que no se trata de una enfermedad. Según los principios de la Psicología Positiva y el modelo social de la discapacidad, el autismo debe ser entendido como una forma diferente de experimentar y procesar el mundo, no como una condición que deba ser «curada». Esta perspectiva permite enmarcar el diagnóstico de manera positiva y empoderadora, enfatizando las fortalezas y capacidades del niño, así como las áreas que pueden necesitar apoyo.

Adaptar el mensaje según la edad

Uno de los pilares de la teoría del desarrollo de Piaget es que los niños entienden el mundo de manera diferente según su etapa de desarrollo cognitivo. Por ello, es importante adaptar el mensaje según la edad de los miembros de la familia:

Niños pequeños (3-7 años): Utiliza un lenguaje sencillo y ejemplos concretos. Puedes explicar que su hermano o hermana tiene una «forma especial» de aprender y jugar, y que necesita un poco más de ayuda para entender algunas cosas. Usar cuentos o materiales visuales puede ser útil.

Niños mayores (8-12 años): A esta edad, los niños pueden comprender conceptos más complejos. Es importante explicar que el autismo significa que el cerebro funciona de manera diferente, lo que puede hacer que algunas cosas sean más difíciles y otras únicas y especiales. Puedes alentarlos a hacer preguntas y expresar sus sentimientos.

Adolescentes: Los adolescentes pueden manejar explicaciones más detalladas sobre el autismo, incluyendo cómo afecta la comunicación, la socialización y los intereses. Es clave resaltar que el autismo no define por completo a la persona y que no hay «una forma correcta» de ser. También es importante abordar cómo pueden manejar preguntas o comentarios de otros en su entorno social.

Adultos: Para los adultos de la familia, es útil proporcionar información basada en evidencias, incluyendo lo que el diagnóstico significa y lo que no significa. Ofrecer recursos, como artículos, libros y talleres, puede ayudarles a entender mejor y a prepararse para apoyar al niño en su desarrollo.

Naturalizar el diagnóstico en la dinámica familiar

La Teoría del Apego, desarrollada por John Bowlby, subraya la importancia de crear un entorno familiar seguro y comprensivo. Hablar del diagnóstico de manera abierta y sin tabúes puede ayudar a reducir el estigma y fomentar la aceptación. Algunos consejos incluyen:

Integrar el tema en la conversación cotidiana: Evita tratar el autismo como un tema prohibido. Habla de las necesidades del niño de manera natural y cálida.

Fomentar la empatía: Ayuda a los miembros de la familia a ponerse en el lugar del niño, destacando sus sentimientos y perspectivas.

Evitar etiquetas negativas: En lugar de enfocarte en lo que el niño no puede hacer, destaca sus logros y cualidades positivas.

Responder a preguntas difíciles

Es posible que surjan preguntas difíciles, como «¿Por qué él/ella es diferente?» o «¿Se curará?». En estos casos, es importante responder con honestidad, pero también desde un enfoque positivo. Por ejemplo, puedes decir: «Todos somos diferentes en muchas maneras, y eso es lo que nos hace especiales. Tu hermano/a tiene algunas diferencias que significan que necesita ayuda en algunas cosas, pero también tiene talentos únicos que lo hacen único».

Recursos para la familia

La Teoría del Aprendizaje Social de Bandura enfatiza que los niños aprenden observando a los adultos. Por lo tanto, la actitud de los padres frente al diagnóstico influirá significativamente en cómo el resto de la familia lo percibe. Mostrar aceptación, hablar con serenidad y buscar activamente información y apoyo serán ejemplos positivos para el resto de la familia.

El papel de los padres como modelos

Proporcionar recursos prácticos puede ayudar a la familia a sentirse más empoderada. Esto incluye talleres educativos, grupos de apoyo, materiales visuales para niños y adolescentes, y recomendaciones de profesionales especializados en autismo.

Hablar del diagnóstico de autismo con la familia no es solo una oportunidad para educar, sino también para construir una red de apoyo que fortalezca el bienestar del niño. Al naturalizar el tema y adaptarlo a la edad y necesidades de cada miembro de la familia, podemos crear un entorno donde el autismo se perciba no como un límite, sino como una parte integral y valiosa de la identidad del niño. Si necesitas orientación adicional, nuestro equipo de especialistas está aquí para ayudarte a recorrer este camino con confianza y serenidad.

Publicaciones Similares